Ayúdales y sobre todo, haz que se pasen bien leyendo, al fin y al cabo, la lectura deberia ser un placer, no una obligación.
Si tu lees, tus hijos leen. Si estás leyendo un libro, lee donde te puedan ver. Si ellos te ven leer, lo más seguro es que ellos lean tambien.
Id a la biblioteca.
Sal de excursión con tus hijos a la biblioteca cuando tengas tiempo libre. Se lo pasarán en grande y les permitirá descubrir sus gustos y aficciones a través de la lectura.
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